Farah Alhajeh es la musulmana a quien se le negó una entrevista de trabajo por no dar la mano a un varón. Su religión prohíbe a la mujer tener contacto físico con un hombre desconocido.
En Suecia le niegan la entrevista a una mujer por no dar la mano a un hombre
Farah Alhajeh hace un año perdió una oportunidad de trabajo, por el hecho de no dar la mano al entrevistador. Esta negativa hizo que a la mujer se le negará la entrevista por lo que fue posteriormente indemnizada.

Hay diversidad de religiones y cada una tiene normas a seguir por sus fieles. A Farah Alhajeh desde pequeña sus padres y la religión le prohíben darle la mano a un varón desconocido.
Según lo reseñado por BBC Farah lo hizo por respeto a la religión musulmana y optó por ponerse la mano en el corazón.
Las autoridades suecas le ordenaron a la empresa pagar a la joven una indemnización de 4.350 dólares por discriminación
El empleo era de intérprete y el entrevistador aseguró en su defensa “Con esos modales no podía entrar a la compañía”. Debido a la exigencia del trabajo, ella tenía que convivir con personas de diferentes religiones.
Farah Alhajeh fue representada por la Defensoría del Pueblo de este país y para su defensa tomó en cuenta “Los intereses del empleador, el derecho del individuo a la integridad física y la importancia del estado para mantener la protección de la libertad de la religión”.
El tribunal Laboral precisó que la compañía tiene que exigir la igualdad de género, pero no puede basarse solamente en un apretón de manos para negarle la entrevista a una persona.
El gesto de Alhajeh esta resguardado por la Convención Europea de Derechos Humanos. La exigencia de la compañía en cuanto a pedir un saludo determinado a los musulmanes es incómodo para ellos.

Las mujeres musulmanas tienen prohibido tener algún contacto físico con hombres desconocidos para su familia, pero en Suecia los apretones de manos son muy comunes
Alhajeh dijo “Creo en Dios algo que es muy raro en Suecia. En mi país no se pueden tratar mujeres y hombres de manera diferente, los respeto. Por eso no tengo ningún contacto físico con hombres o mujeres que no son de mi familia”.
Ella además aseguró que podía vivir con su religión y a su vez cumplir las reglas del país que ha decidido vivir.
Información obtenida de Clarín.